jueves, 18 de abril de 2013

¿Qué quieres ser de grande María Elena?

A diferencia de otros jóvenes me resulto fácil y hasta espontáneo responder a esta pregunta, que si se analiza un poco más, se aprecia la trascendencia de mi respuesta.

Hace cuatro años decidí con una impresionante certidumbre ser terapeuta ocupacional, aventurándome a los misterios que guarda esta profesión, que luego de haber llegado al lugar que me abre las puertas, estoy procurando comprender desde el concepto más básico de esta carrera en el proceso de formación profesional junto con alrededor de 67 compañeros que por distintas razón  están allí también.
Uno de los ramos que más curiosidad causaba en nuestra innovada malla curricular era "Terapia Ocupacional y Estrategias de Intervención" el mismo que por varias razones nos costó 3 semanas, luego de iniciadas oficialmente las actividades académicas tanto a nivel de Facultad de Medicina como escuela de Terapia Ocupacional , en conocer y yo diría hasta entender...¿estrategias de intervención? No podía dejar de imaginar algo que fuera lúdico o tal vez más estereotipado  era confuso. No fue hasta cuando la T.O. Erna Navarrete se presentó ante nosotros y nos expuso a generalidades el ramo, que logramos tener una noción de que se trataba todo; escucharla fue como una inyección de ánimos y valor para llegar a ser lo que queremos, fue tan significativo para mí su expresar y sus palabras de satisfacción de lo que ella es y lo que nos quiere entregar a nosotros,  fue una grata invitación para iniciar con todas las energías esta constitución como futuros terapeutas.
La asignatura tiene un programa que como se nos dio a entender fue de mucho trabajo armarlo, está preparado y diseñado acorde a la innovación curricular, fue extraño que al momento de leer apareciera en una clase “máscaras” ¿Máscaras? Pensé en algo como una especie de metáfora, hasta que pasado un rato Ernita nos mencionó que sería necesaria una crema hidratante porque haríamos máscaras, las cosas comenzaban a perder y adquirir sentido…
Luego se nos entregó lápices  y una hoja, como primera actividad debíamos hacer un triángulo con 3 características únicas nuestras que nos identificaran y que fueran ligadas a nosotros, fue algo complicado eran 3 características positivas además de muy importantes, eran nuestra base de identidad, al meditar un poco la actividad seleccioné 3, las cuales compartí y expliqué a Ignacio O., con quien nunca había hablado antes, el porqué de mi triángulo y sus bases, tal como el me explico el suyo, resulto ser tan distinto a lo que esperaba, él me mostró que para una misma figura existen muchas bases y no muy similares a lo “común”.

Hecho eso, nos presentamos ante otros compañeros, fuimos así hasta armar un grupo extenso de más de 10 personas donde debimos crear una frase que a todos nos identificara, fue tan complejo que nuestro grupo decidió ser un como un churro de palta disperso, su significado ha quedado como un misterio entre nuestros compañeros al momento se exponerlo.
Ahora, ¡espero mucho de este curso!

No hay comentarios:

Publicar un comentario