jueves, 25 de julio de 2013

Cerrando hoy una puerta, para mañana abrir ventanas...

Ya escribiendo estas últimas 500 palabras para someterlas a evaluación, vienen a mi mente muchas cosas, alegrías, sonrisas, emociones, pero mayoritariamente alegría.
Desde el inicio, las expectativas en el ramo de “Terapia Ocupacional y Estrategias de Intervención” eran altas, una novedad comentada entre los 68 protagonistas de este curso. Y hoy puedo decir que todo lo que imagine no se cumplió, ni si quiera se acercó a lo que yo esperaba, en realidad fue ¡muchísimo mejor!
Encontré entre mis compañeros muchas buenas energías, amabilidad, apoyo y hasta consuelo en momentos que nos conectábamos con nuestros más profundos sentires. Aprendí regalar sonrisas más espontáneas y dejar que gente que en mi vida había visto, o siquiera había pensado en conocer, vieran un lado tan personal que llevo con migo, ese que me recato a compartir solo con quienes yo considero pertinentes, ellos consiguieron oír aquellas cosas que jamás había tenido el coraje de decir, simplemente de expresar. Creo que yo al oírlos a ellos, a verlos, sentirlos presentes, y lograr un contacto tan especial, me deja con una grata sensación de seguir caminando con ellos. Juntos.
Aparte de esa ganancia colectiva, debo admitir lo mucho que me ayudo el ramo de Estrategias en conocer más de lo que soy, más de aquello que dice llamarse María Elena y más que de esa imagen que veo en el espejo todos los días al despertar. Vi con los ojos del corazón a la persona que soy, lo que quiero hacer de mi vida, y como sabiendo quien soy yo, saber quién es el otro, aquel que está a mi lado, o el que podría algún día estarlo.

"Me pregunto si el amor es lo que hacemos con nuestras propias manos"
Entendí el valor de las relaciones personales y como estas pueden ayudar en lo que a futuro planearé como una intervención de Terapia Ocupacional, que esta futura T.O. que se encamina a llegar a una meta, tenga, aparte de la base profesional, un conocimiento íntegro de sí misma para aprovechar las potencialidades y fomentar éstas mismas, de manera que quien requiera de mis servicios, cumpla sus objetivos, no con la terapeuta nada más, si no con la persona, que le quiere ayudar a lo que necesite y requiera, y que diga que su terapeuta, es mucho más que una profesional de la salud, que es María Elena, aquella persona que está dispuesta a servirle con sus conocimientos y esperanzas de que su bienestar sea lo más integro posible.
Me quedo con un montón de hermosos recuerdos de lo que eran los días jueves, llevaré por los próximos años en mi memoria ese encuentro tan valioso con las personas, con las mismas que vivimos cada día y muchas veces no apreciamos su presencia, aprovecharé todo lo que me puedan entregar aquellas personas que son parte de mi vida, que alguna vez lo fueron y aquellas que en el futuro lo serán. Yo me encargaré de entregarles también un aporte.
Generación del Cincuentenario de Terapia Ocupacional en la Universidad de Chile.
Agradezco los espacios que se nos fueron otorgados para valorar una nueva generación de futuros Terapeutas Ocupacionales.


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